2017/03/04

CRÓNICA IMPOSIBLE DE UNA EXCURSIÓN A TIERRAS SALENSES

No puedes aceptar la propuesta de redactar una crónica de la excursión culinario-cultural a Cornellana y Salas organizada por el Club de Viajes porque lo tuyo son los brochazos, no las finas pinceladas propias de la prensa rosa.

Hubo quien habría preferido visitar  el monasterio de Cornellana cuando termine la restauración y no ahora, con tablones como suelo, cables colgando o documentos mal apilados en las estanterías, pero todo eso es necesario verlo con otros ojos: como futuro contraste entre la obra terminada y el punto de partida. Caminando entre las ruinas pensabas en el controvertido impuesto de sucesiones y sus derivas autonómicas: si no hay recaudación pública malamente podrán acometerse restauraciones públicas.

El guía dominaba la materia, no en vano realizó su trabajo de fin de carrera con el monasterio como objeto, pero no tiene por qué conocer el significado del rótulo en latín dibujado sobre el dintel de entrada a la biblioteca "eruditis inter sum", traducido para el excursionista como "estamos ante los eruditos", que queda bien. Queda bien pero no te convenció que inter pudiera complementarse con el ablativo eruditis sino, en su caso, con el acusativo eruditos. Como no te convenció la traducción, indagando resulta que la frase correcta y más completa es eruditis intersum cogitationibus siendo eruditis un complemente indirecto que concuerda con cogitationibus (pensamientos) pero...ahí queda. Lo malo es que dar vueltas in situ, cogitar (pensar) te abstrajo y te desvió de otras ilustraciones entretenidas y adaptadas a la ocasión.

Cada poco se hablaba de la infanta Cristina como fundadora del monasterio. Todo el mundo pensando en la Cristina de Urdangarín y resultó la hija de Bermundo II, poco después del año mil.

Sacaste la conclusión de que Cornellana era entonces el centro del mundo entre el puerto de Pravia, el camino real de la Mesa y el río Narcea: hasta Cornellana llegaban, aunque difuminadas, las olas del mar.

Fuera coñas, la visita resultó ilustrativa de lo que se hizo y de lo que queda por hacer. Además, un barniz cultural nunca sobra.

Más tarde visitabais la colegiata de Salas, con el mausoleo dedicado al fundador de la Universidad de Oviedo y la torre de Valdés Salas a la que se accede a través de una empinada y estrecha escalera de caracol. En el piso intermedio encontraron acomodo unas esculturales chapas de Fernando Alba, natural del concejo. No recogerás aquí los comentarios allí pronunciados tan ligeramente pero te queda la duda del mecanismo utilizado para ubicarlos allí arriba.

Entre medias, el pote de antroxu. Sería una ligereza decir que fue lo mejor...porque el pote fue todo menos ligero.

Acertaste no aceptando el encargo porque una contracrónica nunca puede ser una crónica.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Ego sapientia habito in consilio et eruditis intersum cogitationibu", podría ser la frase original sacada de los Provervios: "Yo, la sabiduría, convivo con la prudencia
y poseo conocimiento y discreción".

Los viaje culturales siempre son buenos. Sé qué es la sabiduría, pero no sé qué es la cultura, porque la palabra es como un condimento que se usa para todo. Y si hay pitanza la cultura se hace más apetecible aún. El patrimonio cultural es algo que debemos cuidar, generación tras generación, porque es nuestra expresión del ser, desde las cuevas de Altamira, hasta el desarrollo de actividades deportiva pasando por el centro comercial de Calatrava, en Llamaquique (que a muchos no les gusta para esa ubicación) pero nuestros políticos deciden por nosotros.

Cuando descanses en paz, o en paz descanses, tus hijos heredarán tus bienes y en Asturias, como en Andalucía, tendrán que volver a pagar lo que tú ya has pagado, para que los políticos, con sus cajas de ahorro, por ejemplo, o con los informes del equipo de Urdangarín, sin ir más lejos, se llenen los bolsillos y esquilmen al pueblo contribuyente. En Madrid no deben cuidar su patrimonio, porque no cobran ese impuesto (y así se está derrumbando el Valle de los Caídos por falta de cuidados) y así muchos se van a empadronar allí. Estos son algunos de los agravios comparativos que sufrimos con la cesión a las autonomías de la Sanidad y de ciertos impuestos.¿Cuántos chopópteros hay en España, viviendo de la política y no mejorando en nada la polis? A José Ángel Fernández Villa, por ejemplo, no le importa mucho el patrimonio cultural, le importa el patrimonio suyo, propio y exclusivo, a Rato tampoco le importa el patrimonio ajeno, sino para enriquecerse, a la hermana del rey tampoco y así vemos que gente con mucha sabiduría tienen poca cultura. Pues si se suprimen todos estos cargos y se devuelve el dinero robado a las arcas públicas, es decir a la de todos los ciudadanos, seguro que hay dinero para arreglar el patrimonio cultural sin sangrar más a los contribuyentes que rescatan cajas de ahorros y otros cosas.

Anónimo dijo...

Contar los hechos no es contar contra-crónicas. Los hechos son los que son. Y si el pote no era ligero, no era ligero, pero sobre gustos del pote y el paladar de cada uno... Por cierto ¿fuiste solo, fuiste en pareja? Pues si compartís aficiones, mejor y si no, cada uno le da vidilla al otro, que es muy bueno también.