2017/01/30

TARJETAS DE APARCAMIENTO

Estos días se descubrió en Oviedo que durante bastantes años, varios ciudadanos que ocuparon puestos relevantes o eran amigos de determinados mandos de la policía local, disfrutaron de tarjetas gratuitas de aparcamiento en la zona azul.

http://www.elcomercio.es/oviedo/201701/26/reparto-tarjetas-blue-20170126000729-v.html

Te trae a la mente un punto recurrente del orden del día de los comités provinciales de tu empresa en unos años en los que te tocó lidiar representando infaustamente a la parte empresarial: el uso de tarjetas para poder dejar el coche gratuitamente en los diferentes aparcamientos que en el tiempo se fueron sucediendo y cambiando de lugar, menguando o creciendo según evolucionaban las obras de la estación ovetense, de resultas de la eliminación del cinturón de hierro y en el marco de la Operación Cinturón Verde.

Siempre defendiste, y defiendes, que las empresas no tienen por qué facilitar aparcamiento a los trabajadores, que es un privilegio del que no gozan la mayor parte de los empleados que no tienen la suerte de trabajar en una empresa a la que se pueda doblegar por estas cuestiones, y que el resto de los mortales se tienen que buscar la vida.

En consecuencia y por coherencia hoy día que no dispones de tarjeta de aparcamiento y te arreglas como se arreglan el resto de usuarios del ferrocarril. Será una postura quijotesca, pero para lo que te queda tienes pensado seguir así.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien
Hay empresas que dan ciertos privilegios a sus trabajadores. Algunas empresas tienen reservado el sitio del coche con cepos y marcada la matrícula de esos individuos. Hay empresas que le ponen taxi a algunos de sus trabajadores. Hay empresas, que por unas cosas o por otras, fomentan el agravio comparativo entre los distintos tipos de trabajadores, según la categoría, o el enchufismo. Es injusto, sí, pero las distinciones te diferencian de los demás. ¿Y quién no quiere ser distinguido?

Anónimo dijo...

Lo de entregar las tarjetas de aparcamiento a unos sí y a otros no, es casi anecdótico si lo comparamos con el modo como se reparten los cargos: algunos sin estudios están en altos puestos (han podido ser sindicalistas -del Semaf por ejemplo-) y otros con formación universitaria están en los cargos más bajos. Cuando no importa la rentabilidad de la empresa, ni su eficiencia, vale cualquiera para cualquier puesto,aunque sea de alto directivo. Claro que lo de colaborar en construir empresa, ni de coña, por muchos méritos que haga, jamás se lo reconocerán frente a esos enchufados y sindicalistas -también enchufados- Hace unos años se separaron Renfe de Adif, ahora se hacen gestiones para volverse a unir ¿para qué se separaron, para duplicar cargos? Como con las autonomías españolas: mucha gente viviendo de la política, y muchos jóvenes españoles con estudios, buscando trabajo en el extranjero: se duplica, se triplica la burocracia y como los españoles pasamos de política, pues...

La_Nenina dijo...

Gran virtud la coherencia.